
Aumenta tu productividad a lo Albert Einstein
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Una de las mejores ideas que he tenido en mi vida se me ocurrió un día que iba andando en bicicleta, tranquilamente y mirando el paisaje. Y la forma en que le pedí matrimonio a mi señora, que fue algo bastante creativo, la planeé un día después del trabajo, en el metro camino a mi casa.
¿No te ha pasado que en los momentos en que estás “aburrido” tu mente se abre y te lleva a pensamientos e ideas que durante la rutina diaria no vendrían? El mundo actual nos exige estar ocupados todo el tiempo, estar presentes todo el tiempo y estar generando todo el tiempo.
El genio alemán, Albert Einstein, tiene también sus historias de creatividad en momentos de reposo mental. Cuando el científico tenía 28 años, estaba esperando sentado en el correo cuando se imaginó a un pintor que caía de un techo de una casa, y se preguntó qué es lo que esa persona sentiría durante la caída. Este trágico pensamiento llevó a Einstein a imaginarse su famosa teoría de la Relatividad General, descubriendo que el hombre al caer no distinguiría la diferencia entre la gravedad y la inercia de su peso, concluyendo con ello que el pintor se sentiría a si mismo sin peso. Un poco enredado, pero la verdad es que el mundo le debe uno de los avances científicos más importantes a este momento de aburrimiento y pensamientos fatales.
Los “Gedankenexperiments”, como son llamados estos experimentos que nacen de echar a volar la imaginación de forma aleatoria y en un momento de ocio, tienen un poder enorme y representan la importancia que tiene reflexionar en nuestra vida y desarrollo personal. Es más, muchos neurocientíficos sugieren que el aburrimiento es fundamental para la salud mental, ya que activa conexiones que, de otra forma nunca se usarían o que nunca saldrían de las profundidades de nuestras mentes. Así que la próxima vez que sientas que no avanzas, que quieres ser más productivo o que necesitas ideas, quizás la mejor decisión sea detenerte y hacer una pausa, salir de tu espacio diario, alejarte de tu computador y lugar de trabajo y echar a volar los pensamientos. Quién sabe, quizás tienes más en común con Einstein que lo que creías.
¿No te ha pasado que en los momentos en que estás “aburrido” tu mente se abre y te lleva a pensamientos e ideas que durante la rutina diaria no vendrían? El mundo actual nos exige estar ocupados todo el tiempo, estar presentes todo el tiempo y estar generando todo el tiempo.
El genio alemán, Albert Einstein, tiene también sus historias de creatividad en momentos de reposo mental. Cuando el científico tenía 28 años, estaba esperando sentado en el correo cuando se imaginó a un pintor que caía de un techo de una casa, y se preguntó qué es lo que esa persona sentiría durante la caída. Este trágico pensamiento llevó a Einstein a imaginarse su famosa teoría de la Relatividad General, descubriendo que el hombre al caer no distinguiría la diferencia entre la gravedad y la inercia de su peso, concluyendo con ello que el pintor se sentiría a si mismo sin peso. Un poco enredado, pero la verdad es que el mundo le debe uno de los avances científicos más importantes a este momento de aburrimiento y pensamientos fatales.
Albert Einstein pintado en un muro. Foto de Taton Moïse en Unsplash
Y es que la verdad es que un humano promedio difícilmente alcanzará el nivel de ideas revolucionarias de Albert Einstein, pero si es un hecho que todos necesitamos cada cierto tiempo un espacio de ocio o de aburrimiento para simplemente usar nuestra imaginación y preguntarnos cosas, crear ideas, buscar soluciones a problemas y, también por qué no, a entender mejor la vida y sus complejidades. Los “Gedankenexperiments”, como son llamados estos experimentos que nacen de echar a volar la imaginación de forma aleatoria y en un momento de ocio, tienen un poder enorme y representan la importancia que tiene reflexionar en nuestra vida y desarrollo personal. Es más, muchos neurocientíficos sugieren que el aburrimiento es fundamental para la salud mental, ya que activa conexiones que, de otra forma nunca se usarían o que nunca saldrían de las profundidades de nuestras mentes. Así que la próxima vez que sientas que no avanzas, que quieres ser más productivo o que necesitas ideas, quizás la mejor decisión sea detenerte y hacer una pausa, salir de tu espacio diario, alejarte de tu computador y lugar de trabajo y echar a volar los pensamientos. Quién sabe, quizás tienes más en común con Einstein que lo que creías.