
Apoyo a la maternidad, un tema personal y relevante para todos
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Imagínate a ti mismo en 40 años más. Serás parte de una sociedad liderada probablemente por personas que están naciendo hoy. ¿Te gustaría que estos líderes fueran personas íntegras, educadas y sensatas? Me imagino que sí, ¿no?
Este año 2024, el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile, INE, reveló una sorpresiva cifra de natalidad en el país: un promedio de 1,3 hijos por mujer, muy menor al 2,1 que es el número que permite evitar el envejecimiento excesivo de la población. Además, esta tasa es la más baja en una década y se acentuó fuertemente durante la pandemia del COVID.
Nos parece que es un tema muy complejo y lo primero es reconocer que no hay un punto de vista totalmente correcto y la maternidad es una opción personal, por lo que debemos ser empáticos con las diferentes opiniones. Para una mujer es particularmente engorroso, porque la decisión de ser madre suele ser una dificultad extra para su desarrollo personal laboral y, durante las últimas décadas, más y más mujeres han tenido la oportunidad de estudiar y trabajar, a diferencia de tiempos anteriores, en los cuales muchas simplemente optaban por una vida enfocada a criar a sus hijos en casa.
Ahora, más allá del derecho indiscutible sobre elegir si ser o no madre y cuándo, los datos muestran cómo los nacimientos son cada vez menos y el promedio de edad de la población va aumentando progresivamente. Esto genera, al menos a nivel general, una preocupación para los estados y para las organizaciones, quienes advierten que es negativo que la cantidad de habitantes disminuya y la población envejezca por distintas razones y los más “catastróficos” lo relacionan incluso con la “extinción de la humanidad”. Pero también hay quienes dicen que en el consciente colectivo no debería haber una obligación de reproducirse para todas las personas, si no que esta es una opción libre y la opción de nunca ser papá o mamá es totalmente válida.
Sea como sea, para las mujeres o para las parejas que sí lo deseen, es razonable pensar en que la maternidad no debe ser vista solo como una opción individual, si no que también como una contribución al mundo con un nuevo habitante…un nuevo integrante de nuestra sociedad que va a interactuar y con otros humanos, crecerá, se desarrollará, tendrá amigos, tendrá conflictos, hará cosas buenas y también eventualmente cosas malas. ¿Cuándo hubiera pensado la mamá de Edward Jenner, creador de la vacuna contra la viruela, que traer un hijo al mundo iba a significar salvar tantas vidas humanas?
Si se considera que los niños de hoy serán los ciudadanos del mañana, es razonable pensar que a nivel social nos debería interesar que las familias que sí deciden tener hijos tengan el mejor apoyo posible para que lo hagan felices, positivamente motivados y con las mejores condiciones para criar personas también felices, educadas y que ojalá sean un aporte al mundo.

Nos gustaría que reflexionáramos a nivel social sobre el valor de ser madres, y padres, en un mundo donde el bienestar económico y personal pareciera ser lo más importante y pareciera ser que la tarea y el mérito de crear una familia integrada por buenas personas que sean felices y que contribuyan al desarrollo del mundo, ya sea en lo espiritual, científico o artístico, o dondequiera que la persona se desempeñe; debiera ser apoyado por todos y responsabilidad de la sociedad de garantizar las condiciones para ello.
Al final del día, estamos inmersos en un sistema compuesto por personas y es bueno para todos que ese sistema sea armonioso…