
Si alguien te pregunta ¿Cómo reducimos el CO2 de nuestro planeta?, es muy probable que tu respuesta esté relacionada a la importancia de los bosques y las selvas, al Amazonas y a los otros pulmones del planeta. Pero, si bien esto es correcto y dependemos de los árboles para respirar aire limpio, ellos solo son responsables de la mitad y habitualmente nos olvidamos de los otros héroes: la vegetación submarina.
Al igual que las plantas terrestres, las algas, se alimentan mediante fotosíntesis, es decir consumen CO2, absorben el carbono y como resultado emiten oxígeno, más del 50% del total generado. Estos verdaderos “bosques submarinos” absorben día a día más CO2 que ¡todos los bosques y selvas terrestres del planeta juntos!
Las algas son parte esencial del ecosistema y fuente de vida para la biodiversidad subacuática, ya que desempeñan un rol importantísimo llevando el carbono desde la atmósfera hasta el fondo de los ríos, lagos y océanos. Esto constituye fuente de alimento para otras especies como animales y crustáceos, pero, quizás más relevante aún, son las principales productoras del oxígeno que respiramos.
En simple, nuestras amigas algas toman el tan temido carbón de la atmósfera y lo trasladan al fondo del océano ¿Qué te parece? ¿Sabías que las algas eran tan importantes? Y sobre todo en estos tiempos en que el aire del planeta está con exceso de CO2 y las temperaturas suben y suben, alcanzando máximos récord cada año y en todo el mundo. Estos “pulmones azules” eso sí, también lo sufren y son frágiles.
El calentamiento de los mares y cuerpos de agua los afecta y apenas algunos grados más de temperatura de agua puede provocar su reducción y muerte. Por eso, protégelas y conservemos juntos estos pulmones azules de los cuales depende el futuro del planeta. Te invitamos a mirar con otros ojos la vegetación del mar. Cuando estés en el lago nadando o en la playa capeando olas, acuérdate de estos trabajadores submarinos que están permanentemente purificando el aire para nosotros.
