
Estamos en la era de las máquinas, la inteligencia artificial y del internet de las cosas, o “Internet of Things” en inglés. Tenemos máquinas eléctricas que nos ayudan a cocinar, a conducir, a hacer trabajos manuales, a afeitarnos y en muchas otras tareas, como lavarnos los dientes. Y probablemente no te imaginas haciendo un agujero en tu pared sin un taladro eléctrico, pero ¿Te acostumbrarías a lavarte los dientes con una herramienta eléctrica?
Se ha debatido bastante sobre el tema y ha habido estudios que han investigado que es mejor, cepillarte manualmente o con un cepillo eléctrico. Pero primero, recordemos que los objetivos de lavarte los dientes son, además de remover la suciedad de las comidas recientes, mantener tu dentadura libre de bacterias (placa) y prevenir las caries. Para eso es muy importante una limpieza regular y pareja, por lo que, primero que todo, depende de ti y de que no se te olvide a menos, hacerlo después de cada comida.
Los cepillos eléctricos son simples y pequeños robots, que vibran con un ritmo parejo y automático, funcionan normalmente con un temporizador para acotar el tiempo de cepillado y proveen diferentes modos de funcionamiento para adaptar el lavado a las circunstancias. Es decir, lo que puedes hacer manualmente, ellos lo automatizan. Es diferente a lavarse los dientes manualmente y a nuestro ritmo y es una experiencia diferente que, si bien a algunas personas les parece incómoda al principio, tienen algunas ventajas interesantes:
- Cepillado parejo: Puede ser que un día estés más animado o con más energía y tu cepillado sea más efectivo y puedas mover tu mano más rápido y limpiar más profunda y efectivamente tus dientes. Pero, otro día podría ser lo contrario y estás cansado o, vas saliendo tarde al trabajo, y tu mano no hizo el mejor trabajo. Bueno, eso no pasa con un cepillo eléctrico, ya que este siempre vibrará a la misma velocidad e intensidad, independiente del día, lo cual te asegura una limpieza pareja de tu dentadura y encías.
- Velocidad sónica: Esto significa que el cepillo es capaz de vibrar a frecuencias de ultrasonido, lo cual es inalcanzable por nuestras manos y facilita la remoción de la placa bacteriana.
- Facilidad de uso: La técnica de cepillado viene principalmente incorporada en el dispositivo y habitualmente lo único que debes hacer es mover el cepillo a través de tus dientes y encías sin olvidad ningún rincón. Pero el resto, lo hará tu amigo eléctrico.
- Apoyo tecnológico: Algunos cepillos tienen características especiales como, por ejemplo, un temporizador para recordarte el tiempo recomendado de cepillado, normalmente 2 minutos, es decir el cepillo trabaja por ese tiempo y no menos, para que sea efectivo, y no más, para no sobre exigir a tus encías. Además, tienen modos de uso y ajustes de velocidad para distintos tipos de usuarios o preferencias.
Y bueno, a mí me costó convencerme sobre comprar un cepillo sónico, porque confieso que me daba un poco de nervios y, además, una de las desventajas, es que son bastante más caros que los cepillos normales. Pero con todas las ventajas que tiene y lo importante que es tener una buena higiene dental, vale totalmente la pena. Quizás, en el futuro, los cepillos nos ayuden aún más gracias a los avances tecnológicos, por ejemplo, ¿te imaginas si además de limpiar, nos detectaran caries o aconsejaran algún tratamiento dental? Cuéntanos que te parece este tema y qué piensas del futuro de este y otros artefactos eléctricos inteligentes.
Bled Life tiene su cepillo eléctrico sónico, cónocelo, quizás te sumas a las ventajas.
Foto de portada: Foto de Roman Marchenko en Unsplash